lunes, 8 de abril de 2013

Grados de abril

Hola, Tiempo:
¿Me vas a perdonar esto que estoy haciendo contigo?
Déjame ser aquel viajero que caminaba de espaldas.

Ahora abro la ventana y entran todas esas nuevas flores blancas
al fondo queda la mole de hormigón que aparecía en aquel sueño
en el que un tsunami nos arrastraba por un país sin playas.

-¿Es un país sin playas una cárcel?

*

Abril. 30 grados.
La delusión de las estaciones intermedias
(¿cuándo y dónde es valiosa una sombra?)
y del espacio vital en un autobús soviético
(¿cuándo el calor es humano y cuándo real?)

Imaginar un verano en Ereván es planchar la propia mortaja

Hola, Muerte:
¿Por qué te llaman Primavera y te disfrazan de flores?

*

-¿Es una ciudad lenta el Paraíso?
-¿Posible o probablemente?

La prisa nos ha ido matando poco a poco
La carne se ha hecho piedra
y ya mis venas
esconden lo que guarda una granada

No todas las escaleras tienen dinero para llegar al cielo

3 comentarios:

  1. Si.
    Es una cárcel de suspiros secos.

    Porque los ciegos tienen miedo.

    Y las que tienen dinero sólo dejan subir a los obispos.

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  2. Me encanta ... me faltan palabras... ese dialogo interior, la muerte, esa ventana abierta... "Ser el viajero que caminaba de espaldas"
    "No todas las escaleras tienen dinero para llegar al cielo" (se me quedan orbitando por la mente infinitos lugares a los que podría llevar esa escalera)

    Me encanta tu estilo hace demasiado tiempo que no paso a visitarte... yo también debo pedirle perdón al Tiempo.

    Un abrazo

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  3. Jo, cuanto tiempo sin escribir y sin leer. Además, yo también andaba dándole vueltas ahora a la inexistencia de la primavera como tal, pero siendo tu poema tan grácil y descriptivo, puedo ahorrarme las palabras.

    Un final doliente. Enhorabuena.

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